Cómo Emprender sin Volverse Loco

El emprendimiento está de moda. Y más aún hoy en día en que para muchos más que una opción, se ha vuelto una obligación. Se dice que es el futuro, ya que el desempleo continuará en aumento.

Pero emprender no es como algunos creen. No es hacerse rico de un día para otro, requiere de mucho esfuerzo y sobretodo perseverancia. Hay días en que desearías estar empleado con un sueldo fijo y estable, día lleno de frustraciones, otros en que no sabrás lo que estás haciendo y otros en los que te sorprendes a ti mismo de lo que has sido capaz de lograr, con pequeñas metas cumplidas que te alegran enormemente. Muchas veces te dirán que estás loco, y otras te felicitarán por tus logros.

Y es que tampoco hay una educación en cuanto al emprendimiento. En pocos lugares te enseñan a emprender. Y aunque hay algunas  instituciones que intentan hacerlo, finalmente cada emprendimiento es único, aunque se asemejen en los productos o servicios que ofrezcan.

Lo importante es encontrar la manera de no desanimarse. La que encontrado mejor para mí, es automotivarme con el sueño de cómo lo que estoy haciendo puede cambiar la vida de otros para mejor.

Los emprendedores tenemos la (mala) costumbre de hacerlo todo solos. Sobretodo si no tenemos socios ni financiamiento, comenzamos a hacer sin otro a nuestro lado que nos ayude… y nos acostumbramos a eso. No es sino hasta que nos ocurren eventos inesperados y desagradables, que nos damos cuenta que ya que no somos expertos en muchas cosas, en realidad necesitamos manos que nos ayuden… y entonces comenzamos a buscar a las personas idóneas para trabajar con nosotros. Esta tarea suele ser muy ardua, sobretodo si no cuentas con mucho presupuesto, ya que necesitarás primero encontrar a alguien que sepa lo que necesitas, y luego que acepte trabajar contigo por el monto que le puedes pagar.

"Y no creas que en ese tiempo estará haciéndose el café u otra cosa, ya que cobra por hora efectivamente trabajada, lo que hace que su trabajo sea sumamente productivo"

Entonces aparece la Asistencia Virtual. Se trata de una persona que te ayuda remotamente (no necesitas tenerla en tu casa, local u oficina), pero cobra por hora trabajada, por lo que puedes pedirle que se dedique a las tareas que le encomiendes por la cantidad de horas que puedas pagar. Y no creas que en ese tiempo estará haciéndose el café u otra cosa, ya que cobra por hora efectivamente trabajada, lo que hace que su trabajo sea sumamente productivo. Durante ese tiempo, puede ayudarte a buscar clientes, atenderlos al teléfono, coordinar tus reuniones, postear en Redes Sociales, mientras te ayuda a contabilizar tus facturas, entre otras cosas.

Cuando comencé a emprender, también estuve (mal) acostumbrada a hacerlo todo sola… hasta que contraté a una asistente virtual exclusivamente para mí y mi empresa. Fue casi abrumador la tranquilidad de saber que podía delegar tareas a otra persona… al poco tiempo estaba delegándole más tareas y responsabilidades, y así fui teniendo más tiempo para vender mis servicios y gerenciar mi negocio, más que dedicarme al día a día, o a esas pequeñas cosas que me hacían perder tanto tiempo, y que causaban que estuviera más tiempo trabajando que estando con mi familia. Si bien cuando comienzas no sueles tener suficiente dinero para contratar personas, la Asistencia Virtual es una excelente opción para mantenerte dentro de presupuesto, aliviándote y entregándote más tiempo para lo que estimes más importante, sin dejar de lado el éxito de tu emprendimiento… y eso es impagable.

Quieres saber más? Suscríbete a nuestro newsletter!